USA Today

La intimidación ha desaparecido.

No más miedo.

Ni la más mínima aprensión.

Los Padres de San Diego, después de haber sido acosados desde el día en que nacieron, están convencidos de que son más grandes, más malos y mejores que sus vecinos del norte de la I-5.

Sí, estamos hablando de los Dodgers de Los Ángeles.

Los Padres sorprendieron a los Dodgers en la Serie Divisional de la Liga Nacional en octubre pasado, 3 partidos a 1, y finalmente superaron a sus acérrimos rivales y ahora creen que hay un nuevo alguacil en la Liga Nacional Oeste.

«Fuimos el hermano pequeño de los Dodgers durante muchos años», dice el veterano lanzador del Padre, Drew Pomeranz. «Siempre se salieron con la suya con nosotros. Pero se veía venir el cambio, y finalmente llegó cuando les ganamos a esos chicos en los playoffs. Eso fue muy importante para nuestra organización».

El veterano relevista Craig Stammen, el jugador más longevo de los Padres, dice: «Hubo años en los que pensamos que íbamos a perseguirlos y nos dieron una paliza. Bueno, por fin les ganamos en el gran escenario. Crea una creencia diferente».

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